El Serantes, reconocido por su peculiar configuración cónica desde cualquier punto de la ría, pelado de vegetación, a causa de la industrialización del Gran Bilbao, mantiene recuerdos de tiempos más gloriosos, cuando en su cima y sus laderas se construyeron fuertes, torreones, baterías, símbolo del poder defensivo de esta cumbre.
Visitaremos el torreón de la cumbre, un pentágono irregular que, a pesar de las ruinas, mantiene la grandeza que debió de tener en su momento. Es decir, un fuerte en toda regla, construido para defender el puerto y, por extensión, el Abra del Nervión. A pesar de las ruinas, el fuerte del Serantes conserva esa dignidad de las construcciones militares de los tiempos en que las guerras eran sólo para los militares y la población civil se mantenía al margen.
Déjate envolver por su olor, su tradición, su gente y esas vistas inolvidables de la costa del mar Cantábrico y a la bahía del Abra. Descubre lugares increíbles.
Opción 1. Subida al Serantes dificultad media-avanzada
Ruta para senderistas medios alto.
Durante la subida podremos observar el Fuerte y el Torreón, construidos en el siglo XIX como elementos de protección frente a posibles incursiones militares.
Opción 2. Subida al Serantes dificultad avanzada
En un primer tramo iremos bordeando el pequeño monte El Mazo, para luego continuar por un camino a media ladera del monte Serantes hasta llegar casi al otro extremo de la sierra. En este punto ascenderemos por el cordal en dirección noroeste-sureste para llegar a la cima del monte Serantes, el cual constituye una magnífica atalaya hacia la costa.