Descubre la Ruta del Círculo Dorado, el recorrido más icónico de Islandia y una experiencia imprescindible para quienes visitan el país. Este itinerario te llevará a algunos de los lugares más impresionantes y emblemáticos, incluyendo Geysir, Gullfoss, Þingvellir y el cráter Kerid, combinando naturaleza, historia y paisajes inolvidables en un solo día.
El viaje comienza con la recogida en Reikiavik y nos dirigimos hacia el Parque Nacional Þingvellir, un sitio de gran importancia geológica e histórica. Aquí es posible caminar entre las placas tectónicas de América del Norte y Eurasia, un fenómeno único en el mundo que muestra la constante evolución del paisaje islandés. Además, Þingvellir es el lugar donde se estableció el primer parlamento de Islandia, el Alþingi, en el año 930, convirtiéndolo en uno de los parlamentos más antiguos del mundo. Dentro del parque también se encuentra la cascada Öxarárfoss, un rincón escondido que añade un toque especial al recorrido con su caída de agua cristalina rodeada de formaciones rocosas.
Desde Þingvellir continuamos el recorrido hacia Gullfoss, la majestuosa Cascada Dorada. Con una caída en dos niveles que alcanza los 32 metros de altura, esta poderosa cascada es una de las más espectaculares de Islandia. Su fuerza, el estruendo del agua y la bruma que se eleva al chocar contra las rocas crean un ambiente impresionante. En los días soleados, es posible ver arcoíris formándose sobre la cascada, ofreciendo una imagen inolvidable.
El siguiente destino es la zona geotérmica de Geysir, hogar del famoso géiser que dio nombre a todos los géiseres del mundo. Aunque Geysir se encuentra actualmente inactivo, su vecino Strokkur entra en erupción cada pocos minutos, lanzando agua hirviendo hasta 30 metros de altura. A su alrededor, el paisaje está dominado por fumarolas, pozas de agua burbujeante y el inconfundible aroma del azufre, una muestra del intenso dinamismo geotérmico de la región.
El último punto de la ruta es el cráter Kerid, una caldera volcánica de colores vibrantes con un lago en su interior. Las paredes del cráter muestran capas de roca volcánica en tonos rojos, naranjas y negros que contrastan con el intenso azul del agua del lago. Se puede caminar por el borde del cráter para disfrutar de vistas panorámicas o descender hasta la orilla del lago para admirar de cerca esta maravilla natural.
Después de un día explorando los paisajes más fascinantes de Islandia, emprendemos el regreso a Reikiavik, donde finalizará el recorrido.